SOR JULIA, 60 AÑOS DE VOCACIÓN

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El sábado 9 de abril se celebraron los sesenta años de vocación de Sor Julia. Es una celebración de aniversario propia de las Hijas de la Caridad, con las que la Parroquia comparte instalaciones y «mucha vida». En la memoria de muchos lucenses van unidos el colegio de La Milagrosa y la parroquia de San Froilán.

Pero, ¿quién es sor Julia?. Es una mujer de paso ágil a quien es fácil verla por la calle, temprano, con un carrito de la compra. Muchas mañanas cuando yo salgo de la parroquia ya viene ella de vuelta de la compra. Como buena administradora, se encarga de que a sus hermanas no les falte el alimento del cuerpo y el del espíritu. En la parroquia es catequista y siempre está pendiente de organizar a los lectores de la misa de 10 y de que las velas estén encendidas.

Sor Julia dedica parte de su tiempo a ayudar personalmente y también por medio de la asociación de las Damas de la Caridad a varios pobres de la ciudad. Es una ayuda callada y casi secreta, que a veces le exige ir a algunas casas a las que, posiblemente, solo ella es capaz de entrar y echar una mano.

Otra actividad de sor Julia es la de coordinar las capillas portátiles de la Virgen de la Medalla Milagrosa que visitan periódicamente varios domicilios de la ciudad. Las personas que se lo piden pueden tener en sus casas durante un tiempo determinado al mes una de estas capillitas. Es un ejercicio de piedad muy entrañable y que ayuda, sin duda, a la oración de la mañana y a la vida espiritual de quien tiene a La Milagrosa en su casa.

Como os decía, el sábado lo celebramos de la forma acostumbrada: mesa y misa. En la mesa compartimos los alimentos que recibimos del Señor y sus hermanas le dedicaron una canción y una poesía. Por la tarde celebramos la misa en la pequeña capilla de la Comunidad dando gracias por la vida de Sor Julia.

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